Leyenda urbana (Urban Legend) – Es una historia moderna que circula entre la gente y que muchos creen como «basada en hechos ciertos y reales» aunque no sea cierta ni se corresponda con la realidad. Algunas leyendas urbanas son totalmente falsas. Otras parten de una base más o menos real, pero acaban exageradas o distorsionadas, con datos inconsistentes y contradictorios (como que sucedieron historias iguales a diversas personas, en países distintos y en épocas diferentes). Suelen tener componentes sensacionalistas y humorísticos, a veces también «moralejas» pretendidamente educativas, comunmente de transfondo sexual. Casi siempre se dice que le ocurrieron a «un amigo de un amigo». Ejemplos clásicos de leyendas urbanas son historias acerca de que Walt Disney está congelado (no lo está: véase su nicho y la historia completa) o los Cocodrilos que viven en las alcantarillas de Nueva York («alguien se cansó de tenerlos como mascotas y los tiró por el retrete, pero sobrevivieron y viven en las cloacas» – tampoco). En cierto modo, algunas leyendas urbanas son como los cuentos y muchas son historias de fantasmas o miedo (ej. La autoestopista fantasma). Se denominan «urbanas» precisamente para diferenciarlas de lo que son simplemente historias tradicionales, fábulas o mitos del folclore o la tradición oral (ej. asustadores de niños como El hombre del saco o El Coco). El autor Jan Harold Burnvand acuñó el término «leyendas urbanas» en 1979 en uno de los más clásicos libros sobre el tema. El mejor sitio para consultar y salir de dudas entre realidad y leyenda urbana: Snopes.com (en inglés). El bulo de marcar el PIN al revés en el cajero automático en caso de problemasMe hizo gracia encontrarme el mensaje que me envió Juan Montiel por correo electrónico en el que nos habla de la historia que por lo visto circula por ahí de que si alguien te está obligando a sacar dinero de un cajero automático puedes «pedir socorro» discretamente marcando el PIN de la tarjeta al revés. Esta historia está empezando a extenderse como otros bulos del estilo.La cosa parece muy poco creíble, en especial porque los que tengan un PIN capicúa o cosas como el 1111 y similares, por ejemplo, lo tienen ligeramente complicado para usar este truco. Vale, se puede argumentar que estas personas no tienen un PIN muy adecuado ni seguro, pero afortunadamente este bulo es fácil de desmontar sin necesidad de recurrir a los Cazadores de Mitos: Simplemente prueba a irte a un cajero cualquiera y aprovechando que normalmente tienes tres oportunidades para meter la pata con el PIN, introdúcelo al revés.Estoy dispuesto a apostar dinero del Monopoly frente a billetes de 500 euros a que en lugar de decirte que bienvenido y darte la pasta que le pidas mientras avisa discretamente a los hombres de Harrelson el cajero te dirá que no seas moñas y que teclees bien el PIN o que como insistas se queda con la tarjeta.
Actualización: No es que tuviéramos muchas dudas al respecto, pero por si acaso Miguel Angel nos escribe esto:
Trabajo en el área de Sistemas de Información de un banco y conozco perfectamente la aplicación de cajero y te puedo asegurar que no hay esa funcionalidad, ni en nuestros cajeros ni en ningún otro.
Más actualización: Fernando nos comenta que Lo único parecido (y que sí es real) que conozco es que en mi trabajo (en un banco) si me coaccionan para desconectar la alarma tengo la opción de marcar un número inferior o superior al pin real (es decir, si el pin es 5423 puedo marcar 5422 ó 5424); en ese caso, la alarma aparentemente se desconecta, pero lanza una señal silenciosa de atraco a la central de alarmas
lo que si no recuero mal también sucede con alarmas instaladas en casas y otros establecimientos. Xab además encontró en Snopes PINned Hopes, una página que explica que si bien este tipo de sistema en efecto fue propuesto en 1994 y patentado en 1998 por un tal Joseph Zingher, ningún banco ha querido implantarlo porque hay serias dudas de que sirviera para nada: La policía probablemente no llegaría a tiempo, y siempre existe el riesgo añadido de que el atracador se de cuenta de que la vícitima está haciendo algo raro -no es fácil recordar el PIN al revés con una pistola en la cabeza o una navaja contra tus costillas- y que sea peor el remedio que la enfermedad.
¿Es peligrosa la electricidad estática? (especialmente en las gasolineras)
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